sábado, 12 de noviembre de 2005

Los parches

Ya hay parches en casa. Parches de esos de nicotina, de la misma marca que los chicles esos que deben ser asquerosos y que sueltan un liquidillo al final de sustancias, seguro, un poco extrañas. También hay chicles normales, caramelos de leche merengada, fresa nata y mousse de limón. Y los cigarros esos de plástico con sabor mentolado de las farmacias. Lo que no hay son 'porros'. La farmacéutica, un poco borde, le dijo ayer a Montse que desde septiembre los han retirado del mercado. ¡Ya decía yo que aquello no podía ser bueno! Al final, son humos.
Después de varias experiencias con médicos y farmacéuticos nos hemos dado cuenta de que la ayuda esa que prometen las campañas publicitarias de la sanidad son una farsa. Aquí no te ayuda ni Dios. Luego venden la ayuda contra el tabaco como lo más habitual del mundo. Hasta en Gran Hermano, donde un doctor y una psicóloga, con bata y todo, ayudaban a los concursantes que están dentro de la casa a fumar con asistencia médica incluida. ¿Y los demás qué? Menudo fraude.
Es hora de afrontar el fin de semana y vamos a intentar no usar los parches hasta el lunes. Así habrán pasado los cuatro primeros días sin humos.