miércoles, 30 de noviembre de 2005

Ahora ganas, ahora sin ganas

Pues así se puede resumir el día. Todo ha empezado cuando he llegado a casa y me ha dicho: "¿sabes? Ya no tengo ganas de fumar".
El caso es que cuando estás más nervioso por algo, o bien porque te han tratado como no te esperabas en un sitio, o bien porque te han salido las cosas al revés, te apetece andar, correr, gritar y descargar nervios. Y si eres fumador, te debe apetecer incluso coger el cigarro y echar humo hasta por las orejas. Y esto le pasó por la mañana. "Pero con las mismas, cogí un caramelo y se me pasaron las ganas", me ha dicho.
Sin embargo, todo se ha ido colocando en su sitio y a la hora de comer, con invitados fumadores, nada de ganas de agarrar el pitillo.
Perfecto. Y entre tanto, la hucha sigue llenándose de dinero.

martes, 29 de noviembre de 2005

Grandes novedades

Al final ha decidido pasarse personalmente por la Asociación contra el Cáncer de la ciudad para ver por qué tanto silencio. Jo, parece una administración. Allí, muy amablemente le han atendido, aunque le advertían -en tono algo irónico- que por la forma que ha dejado de fumar, puede recaer, pero que si pasa las navidades sin fumar, pasa la prueba de fuego. "Menuda chorrada, en mi casa no fuma nadie", dice. En cualquier caso, aunque le decían que era difícil encajarla en un grupo, porque ella ya ha dejado de fumar (menuda paradoja) y la metodología parece que es otra, esta tarde le ha llamado una psicóloga de la Asociación, Cristina, que le ha tratado genial, incluso la ha convencido de que ya es una ex fumadora.
Al final han podido concertar una cita para el lunes 5 de diciembre, por la mañana. Asi que encaja en el perfil de los que quieren y dejan de fumar, aunque en un programa específico e individual. Y además, le ha dado la enhorabuena. Claro, es que lleva veinte días sin fumar.
Por la tarde, hasta la noche, ha estado por ahí, bebiendo colacaos en bares de porreros, y haciendo lo habitual para una prueba médica que le obliga a hacer vida normal. Con sus amigas no le entran ganas de fumar, pero cuando le echa el humo algún desconocido la cosa es diferente. Da igual, aunque ahora me preocupa que se está volviendo adicta a unos caramelos nuevos de cereza y nata (Solano, para más señas), que dice que están mmmmmmm...

lunes, 28 de noviembre de 2005

Toda una aventura

Con los pies en la tierra, y con una especial ansiedad por llegar al trigésimo día sin fumar van pasando los días. Toda una experiencia de altibajos y de una fuerza de voluntad tremenda. Sin embargo tiene algo de miedo en foros donde las compañías parecen chimeneas, y trata de evitar el riesgo una y otra vez. Sin embargo, sabe que lo que ha hecho ha sido lo mejor. A estas alturas, sólo ha recaído en lo de la coca cola, tampoco pienso que sea tan grave, no abusa y es 'sin cafeína'.

domingo, 27 de noviembre de 2005

Chicles guardados

Al final, los chicles de nicotina han acabado junto a los medicamentos. Abiertos, sí, pero casi sin probarlos. Ha sido una decisión de quitar peso del bolso... mejor caramelos de café con leche que chicles de nicotina. En el fondo ahora mismo tengo la sensación de que dejar de fumar no es tan difícil. Sin embargo, en otros momentos me parece todo lo contrario.

sábado, 26 de noviembre de 2005

El viernes ya no es tan cansino

La mañana ha sido más complicada. Rodeada de fumadores en un congreso le ha apetecido, con muchas ganas, encender un cigarrillo una vez. Sin embargo, ahí estaban las diez calorías del caramelo para suplir estupendamente a la asquerosa nicotina. No hay problema, si el peso se sube, se puede bajar... Sin embargo si se siguen manchando los pulmones, será más difícil limpiarlos. Pues eso, un caramelo, un poco de descanso al mediodía... y una tarde muy buena. Paseando, aunque haga frío, no le motivó la idea del cigarrillo, al menos hoy. Además, es la primera vez que puede llevar guantes, porque para abrir un caramelo no hace falta enfriarse las manos.
Y por si fuera poco, la capacidad pulmonar va mejorando. Todo un logro que no había conseguido con tres meses de gimnasio.

jueves, 24 de noviembre de 2005

El frío y el humo

El frío debe ser malo también para dejar de fumar. Hoy, esperando en la calle decía que le faltaba algo entre las manos, sobre todo porque hacía frío. "¡Menuda tontería!", he pensado yo. Acaso no es mejor estar bien tapado con guantes si hace falta que con la mano al aire dejándola pasar frío. Hasta qué extremos llegamos. En fin, para compensar estos primeros quince días 'sin vicio' le espera un detalle sobre la mesa del comedor.

miércoles, 23 de noviembre de 2005

Lo mejor que has hecho

Hoy personal sanitario le ha vuelto a decir que lo mejor que ha hecho ha sido dejar de fumar. Y se lo ha dicho una joven doctora que ha estado trabajando en la Asociación contra el Cáncer. Sin embargo le ha caído un pequeño jarro de agua fría cuando, hablando de realidades, le ha comentado que por la forma de dejarlo está dentro de las personas de riesgo de volver a fumar. Ahí creo que es donde deberé incidir yo, que para algo soy no fumador.
Por cierto, lo que sí le ha hecho mucha ilusión es que la doctora de cabecera ha apuntado en el informe "ex fumadora", y eso siempre es de agradecer en estos días tan difíciles.
¡Jo! Parecemos una pareja de hipocondriácos hablando un día sí y otro también de médicos, doctores y especialistas... En fin, si alguien se asusta que sepa que no hay nada grave en todo esto. Todo lo contrario, día a día estamos reduciendo el riesgo de padecer algo verdaderamente preocupante. Y con este panorama empezamos la tercera semana sin fumar. Así, y con unos facísmiles de Tintín que se merece por 'campeona'.

martes, 22 de noviembre de 2005

La campeona

Con el cardiólogo frente a frente se ha sentido orgullosa y campeona: "Llevo ya 13 días sin fumar", le ha dicho. Él, majo y de aspecto profesional, le ha animado a seguir con esta aventura. "Fumar es de cuarta división", le ha dicho. Se lo ha dicho de forma tajante y sin darle más vueltas. El mensaje era claro y espero le haya calado, sobre todo después de decirle que aparentemente no hay nada malo.
Lo más gracioso de la tarde ha sido cuando buscaba en el bolso un caramelo para saciar su ansiedad. No había. Tampoco ha pasado nada. Hoy es de esos días que lo lleva bien.

Correspondencia

Parece que los mensajes y las llamadas a la Asociación contra el Cáncer empiezan a tener resultado. Pero coño, lo que han tardado. Aunque esperamos la llamada de la psicológica, y parece que los programas de dejar de fumar no se ajustan muy bien a su perfil, de momento desde la cuenta de correo dejardefumar@aecc.es le han dicho lo siguiente, que aquí traslado por si a alguien le puede servir:

"Puedes encontrar información sobre cómo dejar de fumar en la guía para dejar de fumar que evita la Asociación Española Contra el Cáncer:

Descarga la guía para dejar de fumar (PDF)


Tu salud y la de quienes te rodean se ve perjudicada con cada cigarrillo que fumas.

¡Decídete a dejar de fumar! Ganarás en calidad y cantidad de vida.


Si piensas que necesitas ayuda especializada, médicos y psicólogos pueden ayudarte. Puedes acudir a la Asociación Española Contra el Cáncer de tu provincia donde se realizan tratamientos en grupo para dejarlo. ¡Y ánimo!"

lunes, 21 de noviembre de 2005

El tabaco o la falta de tabaco


Anoche estuvo leyendo en uno de esos miles de manuales de cómo dejar de fumar los efectos más frecuentos. Irratibilidad, fatiga, insomnio, mareos... Todo encaja. Sin embargo, el mal rato que pasa no es nada agradable. La fatiga le está fastidiando pero bien. El consejo del libro: "siesta, tomárselo con clama, aflojar un poco...". Quizás sea la solución. Veremos a ver cómo lo afronta. Doce días sin fumar, y parece un mundo. Lo cierto es que lo es. Nunca, como no fumador, me había imaginado tantos efectos. Supongo que es la prueba de lo pernicioso que resulta el hábito.

La pizarra

Hay una pizarra en la cocina en la que apuntábamos el número de días sin fumar, por eso de ir viendo los progresos. Pero como la tecnología es mucho más exacta que mis despistada cabeza, lo he borrado y he dibujado un 'prohibido fumar'. Quizás alguna visita evitará encender el cigarro, quizás sirva para avisar que estamos en casa de no fumadores. Creo que cualquier recuerdo es bueno para, como dicen los de marketing, 'dar y rematar'.

sábado, 19 de noviembre de 2005

El cigarro

Un sábado tranquilo, ordenando. Y el orden, como siempre sorprende. Ha aparecido un cigarro en un bolso. Suelto. Abandonado. No se lo ha pensado, lo ha tirado a una de las tres bolsas de basura que tendremos que sacar esta noche. Yo he pensado que quizás era la oportunidad de celebrar el ritual ése del que hablan todos los manuales de dejar de fumar, pero en el fondo también pensaba que lo mejor era que acabara en la basura. No me apetece nada resetear el contador de los días sin fumar que hay en la web.
Así que todo bien, de vez en cuando los nervios salen de forma incontrolable. Nada que no se pueda superar.

viernes, 18 de noviembre de 2005

El cansancio y la debilidad

He descubierto que cansancio y debilidad frente al tabaco van ligados. Hoy estaba más cansada de lo habitual y se ha mostrado más débil de lo que me tenía acostumbrada estos días de atrás. Espero que el fin de semana sirva para poner una inyección que permita afrontar una nueva semana con optimismo. La cesta de caramelos ha bajado demasiado, pero no hay problema, esta tarde se iba a reponer.

Ex fumadores y no fumadores

Esta tarde un compañero de trabajo me ha contado que dejó de fumar durante tres años, y después de ese tiempo empezó a coger un cigarro, y otro, y otro... hasta que le dijeron que ya bastaba de gorronear, y que se comprara un paquete. Ella me dice que sabe que no puede dar ni una calada, al menos ahora, o que al día siguiente tendrá un paquete de tabaco en el bolso.
El mismo compañero me decía que al principio tenía la sensación de que todos hablaban a él a sus espaldas, y que estaba de un mal humor tremendo.
Sin embargo, creo que ella está plenamente convencida de dejar de fumar. Una prueba es que apenas tiene mal humor, o que la furia la descarga fuera de casa. En cualquier caso, tenemos que volver al gimnasio en cuanto pasen estos días... seguro que nos sienta bien un poco de deporte por la mañana.
Por cierto, esta noche la he llamado ex fumadora haciendo un comentario a algo que salía en la tele, y ella me ha rectificado: "no fumadora", dijo. Supongo que aún queda camino por recorrer.

jueves, 17 de noviembre de 2005

Un dibujo

"Per la tate, que ha deixat de fumar" dice el dibujo que le ha hecho Claudia. Otro de los premios que se ha ganado en esta aventura de abandonar el tabaco. Ya está colgado en el corcho de los dibujos. Le ha hecho ilusión, mucha.

Zona de no fumadores


Seré breve, estoy cansado. Además de aumentar el surtido de caramelos con unos de Solano sin azúcar de café con leche (a pesar de que el médico le prohibió el café, un caramelo entendemos que no hace mal), hoy hemos tenido la primera oportunidad de sentarnos en una zona de no fumadores de una superficie comercial. Ha sido gracioso, sólo había mesas libres en la zona de fumadores, y ahí hemos compartido humos con los viciosos. Por cierto, ha recibido en la cara una bocanada de humo y su respuesta ha sido: "¡Qué asco!". Pues eso digo yo.

miércoles, 16 de noviembre de 2005

El cardiólogo

Estamos esperando la consulta con el cardiólogo, el día 22. La verdad es que, a pesar de que hay antecedentes en esto de dejar de fumar, este último intento tiene su origen en la taquicardia del día 10. Tengo claro que no hay mejor manera de dejar de fumar que atendiendo a las directrices de un médico después de un pequeño susto. Én esta ocasión, una taquicardia en la que los niveles bajos eran demasiado bajos, y los altos, demasiado altos.
Ante momentos de debilidad me aprovecho del consejo médico para dejar zanjada la discusión del no sé si seré capaz... "No se puede fumar". Las indicaciones del médico en el parte de urgencias son claras: "Nada de tabaco, alcohol, te y bebidas de cola".

La maldad

Esta tarde ha sido mala. No sé si ha sido por la sensación de angustia que le provoca el no tener un cigarro entre los labios o porque se ha vuelto mucho más sensible. El caso es que no ha soportado (yo tampoco lo soportaría), tener a una chica respirando en su nuca mientras hacía cola en la copistería para recoger unas fotocopias. Le ha dado un codazo, le ha pedido perdón y su amiga Nuria se partía desde la puerta. "Es que me sentía agobiada", me dijo. Yo no he evitado sonreír, y al final me he partido cuando se doblaba mostrándome cómo se había doblado su 'acosadora'.
¿Y esto es todo? Pues sí. Por cierto, ha acabado diciéndome: "Ah, no he fumado, ¡eh!".

martes, 15 de noviembre de 2005

Nuria y el tabaco

Ayer, por las prisas, no lo conté. Estuvo comiendo en casa su amiga Nuria. Fumadora, muy fumadora. Quizás porque fui intransigente, a la desconocida hasta ayer le tocó salir a la terraza a echarse unas caladas. Luego fui menos beligerante y le permití fumar el de la comida (que fue más de uno) en plan sobremesa. Sin embargo, estos humos en casa apenas perturbaron a Montse. Se tomó una infusión de manzanilla y poleo y un caramelo de fresa y nata para terminar. Me gustó.

A por las tres semanas

Hemos vuelto a la farmacia para ver cómo afrontar la ansiedad que produce el dejar de fumar. La farmacéutica, hoy para nada borde, le ha atendido estupéndamente y en la rebotica le ha explicado todo lo explicable. Empezó preguntando por los parches, y el hecho de que no los haya usado lo ha valorado positivamente.
Ha repasado teléfonos de asociaciones, organizaciones y centros que ayudan a fumar y le ha hablado del programa 'Respira sin humo', con una página web (http://www.respirasinhumo.org) que no funciona. Y han barajado, claro, la posibilidad de participar en una terapia de grupo. ¡Qué más terapia estamos haciendo que contándoselo a todos los demás a través de este blog! Bueno, la farmacéutica, que se supone sabe algo más de esto, dice que por los síntomas, como las lágrimas del primer día no se han producido y la gran angustia tampoco, le ha dicho que, por lo que ella ve, no le hace falta. Y lo mejor, que si superamos las tres semanas sin humos, lo más difícil está hecho. Gracias por tu atención, farmacéutica.
Lo que sí le ha dado ha sido unas bolitas blancas que se ponen debajo de la lengua y no se pueden tocar con las manos, ni mezclar con flúor ni con café o té (Ignatia Amara 7), un producto de homeopatía dijo, que sirve para reducir la ansiedad si no es exagerada, y que se puede tomar "a demanda", sin efectos secundarios especiales. A lo mejor me tomo yo una dosis de cinco bolitas el viernes cuando me saquen la muela del juicio.

Contador de días


He incluido en la web un contador que se actualiza automáticamente e indica el número de días desde que se emprendió esta aventura de dejar de fumar.

El corredor de la muerte

Con este gracioso calificativo me ha descrito hoy el pasillo de fumadores por el que ha tenido que pasar. "Hasta los que no fumaban, hoy lo hacían", me contaba. Se ha enfrentado a decenas de personas fumadoras, se ha ahogado en el humo de los demás y el único estrés se lo ha provocado el cúmulo de cosas que hay que hacer antes de llegar a Navidad.
Yo he pensado que la confianza, como en muchos otros ámbitos de la vida, es fundamental para ayudar al fumador a dejar de serlo. ¿Quién me dice a mí que no ha dado ni una calada? Pues eso, la confianza. A las tontas, nos encaminamos al sexto día sin humos. Estoy convencido de que 'el fumar' se va a acabar.

lunes, 14 de noviembre de 2005

Los gorrinos del estómago

No hace falta más que pronuncie la primera palabra para saber cómo va a ser el día. Y el de hoy se presenta positivo. Animados y optimistas hemos arrancado el día. Sin embargo, había una prueba de fuego. Vuelve a ser lunes, y la rutina tiene más inconvenientes que facilidades. Se enfrenta a las dificultades diarias, rodeada de fumadores, y eso le vuelve a despertar los gorrinos que dormían en su estómago. Con la sensación de ahogo se enfrenta a una mañana complicada, aunque más será la tarde. "Que no te ahogas", le digo yo para quitar hierro. Tengo la convicción de que son nervios agarrados al estómago por todo eso a lo que se va a enfrentar. De momento, los parches siguen guardados en el armario de los medicamentos y sólo baja el nivel de la cesta de caramelos.

domingo, 13 de noviembre de 2005

El premio

"Hoy me he levantado con muchas ganas de fumar", ha dicho. Me he puesto manos a la obra, y he acabado de colgar la diana que ayer compramos como 'premio de tres días sin fumar'. Hemos jugado dos partidas, la primera ha ganado ella, y la segunda yo. Seguimos empate, y lo mejor, desestresa y hace olvidar el tabaco en momentos críticos. "Y eso que cuando jugaba en los bares lo hacía con un cigarro encendido", me dice. En fin, que tiro a tiro hemos descargado las ganas de fumar. Ahora, miro por la ventana y aquí también nieva. Menudo invierno.

Invierno


Menudo día de invierno ya. En Ávila, incluso, ha caído la primera de la temporada. Y aquí, ha caído otra. Noche de desvelos a pesar del 'Blevit Sueños' que compramos ayer cuando lo que queríamos comprar era el 'Ricola buenas noches'. Si el Blevit es para bebés, y en vez de cucharadas soperas usamos las de postre para la dosis, así no hay manera de relajarse ypasar una noche sin despertarse. De todos modos ha sido rara. Yo me quedé sopa en el sofá viendo los Rooper y ella, que se despertó una de las veces a las cinco de la mañana, me ha hecho ir a la cama. Esta noche, triple dosis de 'Blevit Sueños', y así, a ver si los dos dormimos bien. Y si los vecinos de arriba dejan de mover sillas (aunque sean las 12 del mediodía), mejor... que cualquier excusa es buena para levantarse con cara de perro.

sábado, 12 de noviembre de 2005

El pequeño monstruo


Por fin notamos avances en la lucha contra el 'pequeño monstruo', como llama al tabaco algún libro. Está siendo un día tranquilo, con pequeños monos que se superan con tranquilidad. Es el momento de pensar que crisis más graves pueden llegar en cualquier momento.
Da igual, superada la hora del mediodía, las tentaciones han sido más pequeñas, aunque claro, es fin de semana y casi no le hemos dado oportunidad al pequeño monstruo de despertarse.
Sin embargo, sí me han llamado la atención algunos comentarios. Dice ahora que es como un 'conill' (conejo), que sale a la calle y lo huele todo, y que empieza a diferenciar sabores. "Pero si no saben igual todos los caramelos", dice.
Hemos comido fuera, y hemos pasado la prueba de compartir espacio con fumadores. "Qué asco", ha dicho cuando ha pasado un fumador a su lado mientras comía sus calamares. Supongo que eso será bueno y que después será una antitabaco extremista.
He pensado guardar los parches de nicotina, que están todo el día a la vista, entre los medicamentos. La caja está abierta, pero todos siguen intactos. Quizás lo mejor es que no estén a la vista.

Los parches

Ya hay parches en casa. Parches de esos de nicotina, de la misma marca que los chicles esos que deben ser asquerosos y que sueltan un liquidillo al final de sustancias, seguro, un poco extrañas. También hay chicles normales, caramelos de leche merengada, fresa nata y mousse de limón. Y los cigarros esos de plástico con sabor mentolado de las farmacias. Lo que no hay son 'porros'. La farmacéutica, un poco borde, le dijo ayer a Montse que desde septiembre los han retirado del mercado. ¡Ya decía yo que aquello no podía ser bueno! Al final, son humos.
Después de varias experiencias con médicos y farmacéuticos nos hemos dado cuenta de que la ayuda esa que prometen las campañas publicitarias de la sanidad son una farsa. Aquí no te ayuda ni Dios. Luego venden la ayuda contra el tabaco como lo más habitual del mundo. Hasta en Gran Hermano, donde un doctor y una psicóloga, con bata y todo, ayudaban a los concursantes que están dentro de la casa a fumar con asistencia médica incluida. ¿Y los demás qué? Menudo fraude.
Es hora de afrontar el fin de semana y vamos a intentar no usar los parches hasta el lunes. Así habrán pasado los cuatro primeros días sin humos.

viernes, 11 de noviembre de 2005

La segunda crisis



Segunda crisis en veinticuatro horas. El mediodía ha sido duro. No ha parado de moverse durante la comida y no podía dejar de tener cosas en las manos. Le he obligado a cerrar la comida con una mandarina, no sé por qué, quizás porque la fruta es buena. Ha despotricado bien contra esas unidades de tabaquismo y asociaciones para dejar de fumar que en verano le prometieron mensajes de ánimo, llamadas para apoyarla... y, tras varios meses sin saber nada de ellos, cuando les ha vuelto a llamar ni siquiera le han cogido el teléfono. Desesperada, claro. ¡Cómo va a estar!
Dice que bajará ella a la tienda de chucherías a comprar caramelos, chicles (yo le he llevado un paquete al mediodía) y chupa-chups. También pasará por la farmacia a comprar parches de nicotina. Aunque duda porque no sabe si es malo para su corazón. Quiere "porros", dice. Así llama a los cigarros de hierbas y con cero de nicotina que venden en las farmacias para ayudar a fumar. Yo le aconsejo que mejor se compre una pipa de esas de plástico mentolado. Total, pienso, la guarrería es la misma y al menos no se mete humos en la boca. Luego sabré qué ha hecho al final.

Menudo despertar

El despertar no ha sido ni tan difícil como me imaginaba, ni tan fácil como esperaba. "¿Dónde has estado esta noche?", me preguntaba con el ceño fruncido mientras me levantaba. "Me despertaba con ganas de fumar y no estabas en la cama", me decía. Bueno, después me ha aclarado que sólo han sido un par de veces, y que no ha sido traumático. Menos mal. Yo estaba, mientras, creando el blog.
Mientras se desperazaba en la cama me decía que no había quien entendiera esto: "Cuando fumo duermo bien; cuando no fumo me despierto por la noche con ganas de fumar", dice.
Después hemos desayunado y mientras pensaba que lo mejor era volver a dormir para olvidar las ganas de fumar, decidía que era hora de hacer cosas y no de ir a la cama.
En el fondo ha sido un despertar de esos animosos, porque además, en la mañana todo ha ido sobre ruedas hasta última hora, que me he quedado con las ganas de hacer un recado sorpresa.

Un primer día de malos 'humos'

Es tarde. No duermo. Quizás espero la llegada del viernes que me anuncia el fin de semana. Da igual no voy a hablar de mí. Es más fácil hacerlo de los demás.
Montse sí duerme, al menos eso creo. Y desde hace rato. No imaginé que se iba a quedar frita tan pronto. Hoy los nervios la podían. "Se me comen los gorrinos por dentro", dice. Ha sido el primer día desde que la conozco que ha pasado más de 24 horas sin fumar, y eso es todo un récord.
No era la primera vez que la veía irascible, chillona y llorona, pero ha sido la primera vez que la he visto pasar esa primera crisis de la lágrima. Las dos o tres veces anteriores que intentó dejar de fumar se quedó ahí. Con la lágrima, un cigarro entre los labios y prometiendo que surgiría alguna oportunidad de volver a intentarlo.
Dejar de fumar es fácil, lo difícil es conseguirlo he leído hace no mucho rato. Lamentablemente es así.
El caso es que han pasado más de veinticuatro horas sin fumar. Cuando le doy un beso y huele a tabaco suelo decirle: "¡Qué peste!". Hoy, cuando he llegado de trabajar y nos hemos dado un beso ha dicho: "Hoy no hace peste, ¿eh?". ¡Qué guapa! Lo decía con el convencimiento de que no ha fumado, de que está intentando dejarlo, de que ha pasado con nota la primera prueba y de que tiene miedo de volver a echarlo todo por tierra.
¡Es una risa! Dice que ha pasado el primer día sin fumar y que ya ha engordado dos kilos porque no ha dejado de beber (zumos y agua) y de picar. ¡Tonterías! Mañana a ver si me acuerdo y le compro chicles o caramelos sin azúcar (de café no valen).
Me voy a dormir, sin sueño aún, y con la caja de chicles de nicotina que compró en el primer intento serio de este año de dejar de fumar abierta por fin y junto al portátil.