viernes, 13 de enero de 2006

El humo fantasma

Ayer hizo un amago: "Me apetece mucho fumar", dijo. Hoy, sin embargo, ha vuelto mucho más desesperada. No me lo podía creer, más de dos meses sin humos y ahora volvemos a eso. Con lo bien que lo llevaba. Al final incluso se le caía alguna lágrima y todo de desesperación, pero sin síntomas de mono o nerviosismo. ¿Qué tiene un cigarro que provoca esta situación? Increíble. Sin embargo está a punto de empezar el fin de semana, pasaré más tiempo con ella y espero que esta pequeña crisis pase enseguida.

martes, 10 de enero de 2006

Espacio sin humos

Con esto de la Ley Antitabaco, y una vez que dejó de fumar, pensé que podíamos ir a bares sin humos, nuevos espacios sin humos y locales con carteles de sin humos. La aplicación de la norma creo que está siendo ejemplar (especialmente en los centros de trabajo), sin embargo no es fácil hallar bares sin humos donde uno pueda tomar tranquilamente una cerveza o un café sin que el de al lado te apeste a humos. Y ojo, que no critico a los bares, imagino que el negocio es el negocio.
Hoy, cuando venga, me dirá si la universidad también es un espacio sin humos. Mañana les cuento.

martes, 3 de enero de 2006

Vuelta a la actividad


Han sido casi quince días sin contar nada nuevo. Y es que no ha habido nada nuevo, salvo que según llegábamos a este 2006 aumentaban los mensajes sobre lo que iba a suponer para los fumadores (y para los no fumadores) la nueva ley. Decían que pasar las Navidades era una prueba de fuego, pero para ella no lo ha sido ya que ni en su casa ni en la mía hay fumadores. Supongo que es una suerte para ayudarle en este empeño de dejar de fumar. Sólo hubo un día, después de tomarnos una caña, que me dijo: "¡Ay, cuánto me apetece un cigarro!" Ahí se quedó la cosa.
En todos estos días hemos leído y hemos oído de todo. No nos perdimos el programa de Antena 3 en el que se invitaba a los telespectadores a dejar de fumar y hemos pasado la dirección de esta web a unos cuantos amigos para que se animen a dejar el vicio.
Hoy, primer día laboral tras la aplicación de la Ley Antitabaco, ha sido para nosotros -especialmente para ella- un día más. Sólo que hoy he llegado a casa sin que la ropa oliera a tabaco.