miércoles, 18 de octubre de 2006

Casi un año

Llevo siete meses sin escribir, y aunque parezca mentira, no ha vuelto a fumar. Se le ha pasado el monazo último, aunque, no lo voy a negar, se acuerda del tabaco. Han sido meses intensos, una enfermedad la tuvo en el hospital casi un mes. (Ella decía que era por haber dejado de fumar, y yo me río... aunque algún médico ha apuntado esta posibilidad: dejar de fumar es lo mejor que se puede hacer, pero al principio, las defensas están débiles, alteradas porque están muy dedicadas a cubrir las carencias que absorbía el tabaco y es más fácil padecer enfermedades). Bueno, pero eso ya pasó. El verano ha sido delicioso, y encima este mes de octubre se ha puesto a trabajar después de dos años de demasiados cambios. Ahora encauzamos la estabilidad de otra manera y, qué coño, ahora yo soy quien está ansiso por que el calendario diga: 365 días sin fumar.