miércoles, 16 de noviembre de 2005

La maldad

Esta tarde ha sido mala. No sé si ha sido por la sensación de angustia que le provoca el no tener un cigarro entre los labios o porque se ha vuelto mucho más sensible. El caso es que no ha soportado (yo tampoco lo soportaría), tener a una chica respirando en su nuca mientras hacía cola en la copistería para recoger unas fotocopias. Le ha dado un codazo, le ha pedido perdón y su amiga Nuria se partía desde la puerta. "Es que me sentía agobiada", me dijo. Yo no he evitado sonreír, y al final me he partido cuando se doblaba mostrándome cómo se había doblado su 'acosadora'.
¿Y esto es todo? Pues sí. Por cierto, ha acabado diciéndome: "Ah, no he fumado, ¡eh!".