sábado, 19 de noviembre de 2005

El cigarro

Un sábado tranquilo, ordenando. Y el orden, como siempre sorprende. Ha aparecido un cigarro en un bolso. Suelto. Abandonado. No se lo ha pensado, lo ha tirado a una de las tres bolsas de basura que tendremos que sacar esta noche. Yo he pensado que quizás era la oportunidad de celebrar el ritual ése del que hablan todos los manuales de dejar de fumar, pero en el fondo también pensaba que lo mejor era que acabara en la basura. No me apetece nada resetear el contador de los días sin fumar que hay en la web.
Así que todo bien, de vez en cuando los nervios salen de forma incontrolable. Nada que no se pueda superar.