martes, 6 de diciembre de 2005

El mono ataca donde más duele

Hoy, como sabéis quienes seguís el blog, tocaba sesión con la psicóloga de la Asociación contra el Cáncer. La charla ha sido intensa, y ha dado mucho jugo que iré desgranando en los próximos mensajes. No soy amigo de escribir largos artículos, sino más y breves para que la digestión se pueda hacer mejor.
Lo que más me ha llamado la atención, y espero que a alguno le ayude y le dé pistas sobre cómo afrontar el síndrome de abstinencia del tabaco, es que el mono ataca donde a uno más le duele. Así, si alguien es propenso a padecer de garganta, el dejar de fumar le deja afónico varias semanas; si es estreñido, se pasa varias semanas sin ir al lavabo; si es ansioso, los ataques parece que vuelven cuando uno cree que lo tiene más que asumido. ¿Increíble, no? Hasta qué punto puede llegar el hecho de abandonar el vicio...